Nos levantamos a las 8.30 hs después de una mala noche de calor y poco dormir. Desayunamos en el Artisan Boulanger en frente del Hotel (11 Rue de Dunkerque). Cada uno tomamos café con leche y croissant. La bollería, y en concreto el croissant, es totalmente diferente a la que tenemos aquí, lo de allá sí que es bollería. Nos costó unos 10 € en total (que para ser París es un precio normal). Volvimos al Hotel a coger un plano y documentación que había llevado yo, y mientras el Dani bajó a la recepción y pidió cambiar la habitación porque la reserva era de dos camas en lugar de una cama de matrimonio. Después de ducharnos, cogimos todos los bártulos y nos cambiamos a una habitación mejor con dos camas, baño grandote, y con un calor menos infernal. Una vez preparados.........a patear¡¡¡ Andamos por Rue de Dunkerque hasta el Boulevard de Rochechouart y subimos por la Rue de Steinkerque hacia la Basílica del Sacre Coeur.
Rodeamos por Rue Gabrielle y llegamos a la Place du Tertre, que es donde se reúnen muchos pintores. Picasso solía ir todos los días a pintar a esta plaza mientras estuvo viviendo aquí. Es curioso ver como están todos pintando, aunque tienes que estar todo el rato quitándote de encima a los que te vienen a ver si quieres caricaturas, etc. Rodeamos la plaza y nos dirijimos a la explanada de la basílica para ver las magníficas vistas que hay de la ciudad. Como anécdota os comento que había una modelo haciendo un reportaje fotográfico. Debe ser un sitio típico para hacer reportajes de esta índole, así que si estáis por la zona, podéis aprovechar para ver los "monumentos". Entramos dentro y estuvimos como unos 5 minutos. Es una basílica enorme y con unas bóvedas espectaculares. De aquí bajamos las escaleras del parque y nos dirijimos otra vez al Boulevard para ir hasta la Place de Pigalle.
Por Rue de Jean Baptiste Pigalle vamos hasta la plaza de la Iglesia de la Trinidad. Bajamos hasta Boulevard Haussmann y nos hicimos un par de fotillos en galerías La Fayette (que poco glamour tenemos).
De aquí cogimos Rue Halévy en dirección a la Place de L´Opera. Si os encontráis por esta zona, que sepáis que hay una tienda gigante de Apple. En la planta baja tienen un montón de Macs que pueden utilizarse por todo el mundo. Nosotros entramos un rato a mandar unos mails a amigos y familiares y luego nos dirigimos por esta misma calle hasta la plaza de la Opera Garnier para sacarnos unas fotos en la fachada principal.
Cruzamos por debajo del arco y a la izquierda y salimos de nuevo a la Rue de Rivoli. Por aquí fuimos al Palais Royal y entramos por un paso situado en la Rue de Valois. Vimos un rato las esculturas que hay y también los jardines. Rodeamos por los porches de la derecha viendo las carísimas tiendas. En una de estas salió una torda con un chofer y un acompañante en plan todo glamourosa, perrea.....perrea. Os recomiendo que no dejéis de ver el Restaurante Le Grand Vefour. Entre otros clientes que frecuentaban este garito estaba Napoleón. El menú barato es de 88 € y el más caro de 268 €. Si tenéis cash suficiente es posible darse un caprichillo. Nos dirigimos callejeando hasta la Place des Victories y giramos por Rue Croix des Petits Champs viendo el Banco de Francia. Entramos en un sitio a comer un menú de 16 €. Raviolis con queso y entrecot a la plancha. Con cerveza y postre. Bastante bien. No me acuerdo del nombre pero era una zona con bastantes restaurantes, así que si pasáis por aquí no tendréis problema para sentaros en algún sitio. Recordad que los franceses tienen un horario muy temprano para las comidas y que dedican mucho tiempo a esta tarea, con mucha calma. Después de comer fuimos por el centro comercial Les Halles hasta el Centro Pompidou. Estuvimos un buen rato en la explanada viendo varios espectáculos callejeros, lo rodeamos completo y entramos en la planta baja.
Entramos a la plaza para ver los jardines centrales y la arquitectura interior. Esta zona es muy tranquila y había bastantes hostales y hoteles por si alguno le interesa alojarse cuando venga. Aproximadamente a las 17 hs cogimos el metro en en la parada Rivoli y fuimos hasta el Grand Palais (está en el medio de los Campos Eliseos entre el Arco del Triunfo y la plaza de la Concordia). Subimos por la acera derecha de los Campos Elíseos hasta el Arco del Triunfo viendo el ambientillo, las tiendas, las cosicas y entrando al Virgin.
Estuvimos un buen rato viendo el cacharro este y sobre todo echándonos unas risas con el tráfico que hay en la rotonda. Es un descojono total porque todo el mundo entra, sale, se cambia de carril, cuando se le sale del nabo, pero el caso es que no hay un jodido accidente (cuanto tenemos que aprender de los vecinos estos). Pasamos al centro por el paso subterráneo. Casualidades de la vida, estaban realizando un homenaje del ejército a alguien en la tumba al soldado desconocido, con mucha parafernalia, música, desfile, etc. Ya un poco devorados, pasamos de nuevo a los Campos Elíseos y cogimos el metro hasta la parada donde se encuentra el Moulin Rouge, en el Boulevard de Clichy.
Esto fue únicamente para hacernos la foto de rigor porque para lo que ibamos a hacer......Aguantamos la chapa de toda la gente para entrar a sex shops y putis, especialmente una chica que no se daba por vencida, y a la que al final le dijimos que aunque gratis no ibamos a entrar, que eramos monjes claretianos JEJE. Entramos a un pub a tomar una buena pinta y así recargar un poco el estómago. Ya con idea de cenar y como nos quedaban un par de tickets de metro, pues vuelta a coger el metro y nos dirigimos al barrio Latino (parada St. Michel). Una chica argelina nos indicó que había muy bien ambiente, con gente joven.......... Callejeamos un poco y entramos a cenar a un restaurante al lado de la iglesia de Saint Severin. Está repleto de sitios para cenar con todo tipo de cocinas. Yo cené ensalada, pechuga de pollo con patatas y macedonia de frutas. Del Dani no me acuerdo pero el precio es aproximadamente como el de la comida. Dimos una vueltica por el barrio tomando unos catxarros y de nuevo el metro L4 hasta el hotel. A la cama aproximadamente a las 00.30 hs bastante cansados pero habiendo visto muchas cosas.
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