martes, 7 de agosto de 2012

Verano 2012: Sant Carles, Teruel, Albarracín, Cuenca y Madrid

Hola a todos¡¡¡
Este verano se me presentaba realmente apasionante: ¡¡¡tenía un par de entradas para ir a ver los Juegos Olímpicos de Londres!!! Debido a los altos precios y a que no conseguí ninguna entrada para deportes más importantes, decidí no acudir a la cita olímpica y esperar a que dentro de unas cuantas décadas le concedan a Madrid el honor ajajaja. El caso es que planeé un plan B a todo correr. Mis tíos, como todos los veranos, se van a pasar un par de meses a Sant Carles de la Rápita (Tarragona) a la casita que tienen allí. Coincidía que estaban mis sobrinos de Madrid (Celia y Nicolás) hasta finales del mes de julio, así que el día 21 de julio sábado me fui en coche para allá. El día anterior había ido a Azagra para ver a mis padres y estuve un rato con Luis y con Dani echando unas cervecillas. Siento no haber ido un rato a las fiestas de la juventud de San Adrián.

SANT CARLES DE LA RAPITA

El sábado salí prontito para poder llegar a la playa a pegarme un baño antes de comer. Llegué hacia las 13.30 hs y estuve dándome un baño con los chavales.
 
Todos los días el plan es parecido: nos levantamos hacia las 9 hs, desayunar, los chicos de 10 a 11 hacen un poco de tarea, de 11 a 14.30 a la playa, comer, siesta los chicos y yo ese rato me vuelvo a la playa hasta las 18 hs, otro rato de tarea, piscina hasta las 21 hs, cenar y luego dar una vueltilla por la urbanización o por el pueblo. Este año coincidió que estaban en fiestas y hubo un desfile de cuadrillas disfrazadas, fuegos artificiales, etc. Los tres días que estuve, a las mañanas, me iba con los chicos a tomar algo al chiringuito.

Aunque acabé un poco cansado porque están en edad de moverse muchísimo la verdad es que disfruto mogollón con ellos, así que el año que viene espero repetir de nuevo. Superbien también con mis tíos.

TERUEL

El martes día 24 a la tarde me fui después de comer con destino Teruel. Bajé por autopista hasta Sagunto (a 25 km de Valencia) y luego la autovía del mediterráneo.
Llegué sobre las 20 hs. Cuidadito con Teruel porque sobre el plano engaña, es pequeño pero hay muchas cuestas. En la zona del casco histórico no se puede aparcar el coche a no ser que sea en parking, así que al loro donde dejáis el coche. Si vais os recomendaría que lo dejarais donde la estación de renfe o mejor en una cuesta que va desde la escalinata neomudejar hasta el del Ovalo. No es zona azul y está cercano a donde vayáis.
Bueno, fui para el hotel a hacer el check in, me pegué una duchita y baje a la terraza a echarme una cervecita para reponer del viaje. Estuve en el Sercotel Plaza Boulevard. Está en la zona exterior del casco histórico a 5 minutos andando de la Plaza del Torico. Es un hotel majete, bien situado, con decoración bonita de las habitaciones, limpio y de precio bastante bien.
Rocío, una de las recepcionistas, os tratará a cuerpo de rey mientras dure vuestra estancia. A mi, de buenas a primeras, me invitó a la primera cerveza en la terracita, y solo llevaba 20 minutos en el hotel.
Os darán (si no la pedís) una guía con bares donde tapear (los pintxos se pagan, no son tapas que te ponen gratis).
Yo me di la primera vueltecilla para ubicarme. Por Plaza San Juan, C/ Ramón y Cajal, Plaza del Torico (centro neurálgico de la ciudad), C/ Joaquín Costa y Plaza Domingo Gascón. Este recorrido se tarda unos 10 minutos andando y supone cruzarse el centro histórico de un lado a otro, para que os hagáis una idea del tamaño que tiene.
De vuelta hice una parada en la Taberna Donosti donde me eché un pintxo de salmón bastante bueno (aunque no es Zarauz ni San Sebastián). Había leído opiniones por internet de un bar llamao Gregory. Es de los más famosetes de Teruel y está situado en la Plaza del Ovalo. Tiene unas vistas al atardecer estupendas, así que me senté en la terraza exterior y a cenar. Pregunté un poco y me recomendó que pidiera dos medias raciones. Pedí ensaladilla rusa y calamares a la romana. Todo ello regado de un par de cervezas bien frías. Muy pero que muy bien. Es de obligada visita si vais a Teruel.
Estaba ya bastante reventado así que para el hotel a ver el España-EEUU que ni vi terminar.

A la mañana siguiente, miércoles 25, me levanté sin prisa. Cual fue mi sorpresa cuando vi que pese a ser Santiago, allí trabajaban normal, así que todo abierto. Desayuné en la terraza del hotel un cola-cao con tres miniaturas de bollería (la amiga Rocío solo me cobró el cola-cao) y a patear. Lo primero que hice es ir a ver la Torre del Salvador.


Haceos a la idea que sitio en el que entréis hay que pagar y este no iba a ser menos.
Cuesta 2,5 € subir hasta el campanario. Hay alturas intermedias donde explican todo con exposiciones y documentos, y hay una proyección en una sala en la planta baja. No es tan palizón como subir a la Torre de Hércules de La Coruña, por lo tanto creo que merece la pena subir y ver las vistas de toda la ciudad.
Se parece bastante en la forma a la Giralda de Sevilla y es de estilo mudejar, como todo lo que hay en Teruel.
Desde aquí fui por la C/ Santiago hasta la Torre de San Martín. Son todas parecidas, aunque no se puede subir.
Desde aquí por la C/ Amantes hasta la Plaza de la Catedral.
Aquí compré entrada para una visita guiada de la Catedral que además incluía visita al Museo Sacro (3,5 €). En el museo tienen cosas bonitas aunque yo la verdad es que no se apreciarlo.
La Catedral no es nada del otro mundo pero la sorpresa es cuando te suben a unos balcones laterales para ver la techumbre

de estilo mudejar. Esta es la joya de la corona que esta denominada como la capilla sixtina de este estilo. Si vais a Teruel no podéis dejar de verla.
De aquí a reponer con una cervecita en la Plaza del Torico. Esta es como la Plaza del Castillo para nosotros. Todo el mundo, turistas y turolenses, vienen aquí a tomar unos potes, por lo que hay mucho ambiente. De precio normal.
Antes de comer estuve callejeando un poco más por el centro histórico.
Comí en la Plaza San Juan en la cafetería Don Diego un menú del día por 14 €. Paella malilla, caldereta de cordero (como cordero al chilindrón pero en plan calderete), postre, agua y vino. Normalillo. Con el calor que hacía, siendo las 15 hs y a 1 minuto del hotel, pues eso, una siestita de 2 horas........ ACIERTOOOOOOOOOOO¡¡¡¡¡

ALBARRACÍN
A las 17 hs me levanté, duchita y coche en dirección a Albarracín. Se tarda en ir unos 45 minutos si se va tranquilo, lo cual es recomendable, porque hay un tramo de curvitas bastante interesante.
Es uno de los pueblos más bonitos de España. Eso si, id estando en buena forma, sin silletas de niño y a ser posible cuando no haga mucho calor, porque tiene una cantidad de cuestas y rampas que vais a flipar. Merece una visita.

La muralla es bastante famosilla, igual os suena de vista.
Tienen una calle dedicada a la Villa de Azagra.
Tienen un montón de tienditas de artesanía, productos típicos de la zona, embutidos, jamón de Teruel.
También hay un montón de tascas y tabernas donde podréis degustar todo tipo de platos caseros.
Tenéis un gran aparcamiento a la entrada del pueblo y justo al lado de este está la oficina de turismo que abre prácticamente todo el día.
A la muralla se puede subir por un camino de tierra que parte desde la zona más alta del pueblo.
No es peligroso pero hay que andarse al loro para no despeñarse. Hay bastante desnivel así que esa semana dejad de fumar si vais eh, ajajajajaja.
Luego, una vez que habéis subido hasta la base de la muralla, hay un tramo que podéis subir para andar por encima. Yo no me atreví porque es un caminico muy estrecho sin barandilla y tiene bastante altura, pero si sois valientes.........
Lo mejor creo que será la puesta de sol, aunque yo estuve de tarde.
En unas 3 horas se puede ver todo aunque palicilla.

TERUEL
Hacia las 20 hs volví a Teruel, aparqué y subí por la escalinata neomudejar que va desde la estación de renfe hasta el Paseo del Ovalo.

Es una maravilla y es uno de los símbolos de Teruel.
De aquí fui a callejear un poco y a tomar un par de tapitas para abrir boca antes de cenar.
Estuve en otro que no podéis dejar de ir llamado La Barrica. Está en la C/ de la Abadía, al lado de la Plaza Bolamar.
Tienen pintxos muy elaborados con buenas materias primas y no es caro.
De aquí me fui otra vez en dirección al Paseo del Ovalo para cenar.
Me senté en uno al lado del Gregory y no estaba de mucha cosa, así que pedí una ensalada mixta y unas "Delicias de Teruel". Le llaman asi a unas tostadas con pan tumaca y aceite de oliva, con jamón de Teruel.
Tiene mucha fama pero creo que cualquier día como un jamón mejor al que me sacaron.
Tomé una copita de patxarán viendo anochecer y luego al hotel a descansar.

A la mañana siguiente me levanté pronto con idea de callejear un poco y ver los edificios modernistas del centro histórico. Un discipulo de Antonio Gaudí llamado Pablo Monguió fue arquitecto municipal de Teruel y dejó su impronta en la ciudad. Luego a las 10 hs quería ver el Mausoleo de los Amantes de Teruel.
A mi este tipo de historias y leyendas no me van mucho. Fui a verlo porque es obligado si visitas la ciudad pero a mi la verdad es que semejante parafernalia por una pareja que se quería mucho...........

Tenéis varias opciones de entrada porque el mausoleo de los Amantes está en la Iglesia de San Pedro.
Tenéis visita guiada de la Iglesia, la torre, claustro, el mausoleo, una proyección y el ábside por unos 8 €.
Yo os recomendaría que vierais el video, visitáis el mausoleo y luego la visita de la Iglesia que es bastante bonita.
Podéis haceros fotos e incluso ver las momias por la parte inferior de los sarcófagos.
A mi la verdad es que la historia esta me suena a que como tienen poca cosa en Teruel pues hay que inventarse algo para el turismo pero bueno, ya que vais.
Y hasta aquí mi visita a esta ciudad. Me ha sorprendido bastante y me ha gustado. Os recomiendo pasar un par de días y decir a todo el mundo que definitivamente: TERUEL EXISTE¡¡¡¡




CUENCA

Hacia las 12 hs cojo la maleta, me despido de mi amiga Rocío y cojo el coche dirección Cuenca.
Carretera malilla durante unos 50 km y luego mejora.
Aquí cogí un hostal llamado Hostal de la Luz. La verdad es que lo vi bien recomendado en Booking, tenía buen precio y estaba a unos 10 minutos andando del centro histórico, así que para aparcar bien.
Llegué hacia las 14.20 hs, aparqué en la ribera del río Jucar y fui hacia el hostal.
Al principio la sensación es en plan donde me he metido, pero a los 5 minutos se me pasa.
Pepa y Jesús, que son los dueños, os tratarán perfecto. Dejé las cosas en una habitación muy maja, duchita y para abajo. Me dieron un mapita y me explicaron un poco distancias, sitios donde comer no turísticos, recorridos y recomendaciones.
Dicho y hecho, a las 15 hs me voy en dirección C/ San Francisco. Según me indica Jesús es la calle donde suele juntarse la gente de Cuenca para comer y cenar. Hay tabernas y mesones para la gente de allá. Si te subes al centro peor calidad y clavadas a punta pala.
Bueno, el caso es que llegué y me senté en la primera terraza, en el Mesón Rodríguez.
En seguida salió el dueño, un tío gordo con bigote, y menudo salero que tenía el tío. Una carta amplia, con cosas típicas de Cuenca, y bastante bien de precio. La especialidad es la oreja a la plancha, aunque a mi no es que me haga mucho. Pedí una ensalada mixta y callos. Estaban espectaculares. Con una jarrita helada de cerveza y un cortado 14 €. Totalmente recomendable.
A pesar de necesitar una buena siesta no me volví al hostal porque si no en escasas 24 hs era imposible ver todo. Encontré un banco a la sombra en el parque de San Julián y me eché media horita a descansar.
Cuando recargué pilas me fui andando por la Calle de las Torres hasta la Puerta de Valencia, que es donde comienza el Paseo del río Huecar.
Os recomiendo recorrer todo este Paseo contemplando toda la ciudad vieja que se levanta sobre las rocas. Pasaréis ante el Teatro Auditorio de Cuenca y llegaréis a una bifurcación en la que podéis seguir el Paseo por orilla del río o subir al Parador o Convento de San Pablo.
Mi recomendación, tanto si vais en coche como andando, es que subáis la cuesta hacia el Parador, porque de esta forma podéis acceder al puente que os llevará directamente a las Casas Colgadas (nada de Casas Colgantes por cierto). Desde aquí podréis contemplar la típica vista panorámica de Cuenca.


Es realmente espectacular contemplar desde el puente de San Pablo toda la ciudad construida sobre la roca.
Eso si, absteneos los que tengáis un poco de vértigo porque además de ser un puente que está a una gran altura sobre el río, las barandillas que tiene no son muy altas y además se mueve un poco por el paso de la gente.
Por aquí cruzáis y llegáis hasta las Casas Colgadas. Actualmente hay 3: dos de ellas albergan el Museo de Arte Abstracto Español y la otra es un Mesón de precio bastante elevado.
Yo de aquí subí a la Plaza Mayor que es donde están todas las terrazas de bares típicos, el Ayuntamiento, Oficina de Turismo y la Catedral.
Hice una visita a la Catedral aunque considero que es un poco error. Vale 3,5 € y te dan una audioguía para ir siguiendo todo el recorrido. Para mi no merece la pena.
Luego estuve callejeando sin parar viendo todos los rincones de la ciudad.

Lo mismo que comenté para Teruel lo digo aquí pero multiplicado por 10: al loro con la cantidad de cuestas y cuesticas que hay porque es una paliza descomunal. No se os ocurra ir en mala forma o con intención de ir en coche a todos lados porque es imposible.
La parte más alta de la ciudad es el Convento de las Carmelitas Descalzas. Desde aquí tenéis uno de los mejores paisajes que podáis contemplar.
Bajé callejeando hasta la Plaza Mayor a echar una cervecita. Aunque son sitios muy típicos para el turista, os recomiendo que os alejéis un poco de aquí si queréis cenar bueno, bonito y barato. En cuanto me acabé la cerveza me levanté y me fui por la cuesta que sube desde la Plaza Mayor a la zona alta de la ciudad. Me senté en una terracita en el Bar Dulcinea. Es en plan tasca. Pedí dos medias raciones de calamares y queso, una jarrita helada de birra, y por 12 € cenadito.
Os recomiendo que una vez entrada la noche paséis por el puente de San Pablo de nuevo y veais la vista de la ciudad toda iluminada. Da un poco de cague porque en el puente no veréis nada al no estar iluminado, así que bajaros la aplicación de linterna gratis para Android que os vendrá bien ajajajaja. La sensación de la vista no os la puedo explicar, así que tendréis que ir a comprobarla con vuestros propios ojos.
A la camita a sobar.

Al día siguiente no madrugué nada. Bajé a desayunar con Jesús y Pepa, los dueños. Me pusieron lo que les pedí, muy majos.
Me fui a dar otra vuelta por la ciudad durante un par de horas, compré algún souvenir y algún producto típico de Cuenca (alajú, rosquillas y borrachos) y luego de vuelta al hostal a coger la maleta y el coche.
Con el coche me fui a hacerme una fotito de rigor con la elástica rojilla, que llevaba tiempo sin enseñarla por la península.

Y hasta aquí Cuenca porque mi próximo destino es la Ciudad Encantada, que está a 40 km en coche de la ciudad. Preguntáis en cualquier sitio y os dirán como ir, además está muy bien señalizado.

La carreterita es buena en un tramo y peor en otro, sobre todo en la zona llamada el Ventano del Diablo. Se llega en una media hora o así. Aunque sea un paisaje natural de formaciones rocosas calcáreas y en teoría está en el campo, a que no os lo imagináis? Siiiiiiiii, a pagar entrada¡¡¡¡ Vale 3 euritos. Es un recorrido de unos 3 km que se puede hacer en 1 hora. Ya que estáis en Cuenca pues vais, pero desde el ordenador de vuestra casa es parecido. Una recomendación culinaria si estáis por esta zona a la hora de comer y cenar es que os acerquéis a la localidad de Uña, os sentéis en el Asador Zaballos, y pidáis costillas, chuletón, o cualquier cosa a la brasa. Espectacular y muy bien de precio. Ya por la tarde, después de comer en este sitio, volví por la misma carretera, en dirección Cuenca, pare a ver las vistas en el Ventano del Diablo y ya dirección Madrid, que me esperaban el Saez e Irene.
MADRID

Después de un par de horitas de conducción tranquila por la A3, llego a Madrid a eso de las 19 hs, y la primera en la frente. Giro desde Conde Casal a Doctor Esquerdo y en el Gregorio Marañón manifa que te crió durante más de media hora parados con el coche.
Llego a casa de Carlos e Irene, aparco en el garaje, subo, ducha y llevamos a Irene a Mendez Alvaro para que coja un autobús hacia Gandía.
Volvimos a casa y nos preparamos para ir por ahí. Primera parada: LOS TORREZNOS. Está en la calle Goya al lado del Pabellón de los Deportes. Una imagen vale más que mil palabras.


El Saez engullendo unos torreznitos (perdón por la foto). Las patatas en vinagreta es tapa.

Después de un buen rato cogimos un metro hasta Sol para ir a Lavapiés a cenar. Habíamos quedado con Mariana para ir a cenar a un indio: ERROOOOOOOOOOR¡¡¡¡
Yo al segundo plato estaba ya medio muerto, sudando la gota gorda y casi sin respiración. Por supuesto todo el fin de semana jodido con las tripas.
De aquí fuimos al encuentro de unos amigos que estaban en una discoteca (era más bien bar) en la Calle del Príncipe, entre la Plaza Santa Ana y la Carrera de San Jerónimo. La entrada valía 6 € con un mojito de bienvenida (era aguachirri) y una copa (gin-tonic de garrafón me tomé yo). Estuvimos hasta las 4 bailando un poco y luego Piotr, Sergio, Mariana y Sara se fueron a bailar salsa y Carlos y yo en taxi a casita.

El sábado nos levantamos sin prisa. Yo un poco antes y me fui a desayunar un buen cola-cao con unas porritas. Luego fuimos a hacer un recado y nos fuimos andando hasta el Corte Inglés de Goya, y de ahí hasta la Biblioteca Nacional a ver un par de exposiciones que había. Bastante interesante.
Como ya se nos echaba la hora de comer encima pues a buscar un sitio. Yo recordaba uno al lado de la sede del PP en Génova que está bien de precio pero claro, entre semana, el fin de semana le suben el precio.
Bueno, decidimos buscar un poco más y fuimos callejeando hasta uno que nos llamó la atención. De hecho a Carlos le pareció un taller desde fuera.
Era un vegetariano y nos la jugamos.
Es un sitio muy pequeño en el que como mucho pueden comer 14 comensales. Si vas sin reserva complicado. Tienen dos mesitas para dos personas y el resto es a compartir con quien te toque al lado.

La verdad es que comimos super sano, nos quedamos muy bien de cantidad y de precio perfecto.
Se llama Olivia te cuida y está en la C/ Santa Teresa nº 8, cerca de Alonso Martinez, esta es la web: http://www.oliviatecuida.com/
Si queréis darle una sorpresita a vuestra pareja este es un buen sitio.
De aquí metro y siesta con JJOO de fondo. Carlos se quedó en casa porque trabajaba esa noche y yo me cogí el coche y me fui a Sanchinarro a ver la casa del Luri. Muy chula le está quedando, además a la tele le hablas y te hace caso.
A las 21 hs fuimos otra vez a Madrid y estuvimos cenando en una terracita, Carlos se fue a currar y Oscar y yo nos fuimos a Juan Bravo a tomar una copita antes de ir a dormir.

A la mañana siguiente yo me cogi el coche para hacer un par de visitas y luego quedamos para comer Oscar y Ana, Carlos y yo.
Fuimos a los Barriletes, que está cerca del C.T. Chamartín, comimos un menú y para las 16 hs le dejé a Carlos en su casa y yo rumbo a Pamplona.

Pues estas han sido mis vacaciones de verano.
Si visitáis alguno de estos lugares o tenéis alguna pregunta sobre algún sitio o alguna recomendación no dudéis en poneros en contacto conmigo.
Espero que os haya gustado y hasta la próxima.

Jesús Rezusta
Pamplonero Viajero